Por fin estoy de regreso. Y a duras penas. Ahora más que nunca, puedo asegurar que la gente nunca tiene ni idea de lo que dice. O que dice más cosas de las que tiene idea.
“No llevéis botas de monte, que casi no se va a andar”
“Este año se llama Gaztemartxa y no Mendimartxa porque se anda todo por pistas llanas”
“Casi no tienes que llevar nada encima. Te dan un enorme saco en el que te entra casi todo”
¿Qué es lo que realmente paso? Más o menos 50km en tres días (27 en el segundo) a través de pistas llenas de barro y subiendo cuestas por las que casi tenías que ir a cuatro patas, con una mochila de más de 30 kilos a la espalda.
“Dicen que solo son 2km. ¿Vamos?”
Resulta que por aquella zona los kilómetros tienen
“Que coño va a llover. Jajaja…. ¿Estas ciego?”
En menos de dos minutos tras esta acertada frase había comenzado el diluvio. Llovió como si no lo hubiera hecho en años, y hasta hubo tiempo para granizar un poquillo. ¿No querían hielo para los cubatas?
Estos no son más que otros ejemplos de por que cuando no se tiene ni idea, lo mejor es no decir nada. Que sino, como siempre lo más seguro es que acabes metiendo la pata.
