Por su culpa ahora estaba totalmente enganchada, sin aparente posibilidad de desengancharse en un futuro próximo. Encadenado a un destino que no había elegido. Algo que nunca ha imaginado se presenta ante sus ojos, abriéndoselos de una forma que raya el dolor.
Nunca hubiese imaginado tal consecuencia en un hecho aparentemente tan inocente, pero toda la culpa la tenía el. Una vida perdida. Sin marcha atrás.
Intenta pensar con claridad, con el corazón en un puño y gotas frías de sudor recorriéndole la espalda. ¿Que hacer? ¿Cómo actuar? ¿Acaso la vida nos debería de preparar para situaciones así?
-Al final llamé a los bomberos.
-¿A los bomberos?
- Si, pero me dijeron que llamase a la ertzaintza.
- ¡¡¡No me jodas!!!
- Si. Vinieron tres coches.
- ¿Tantos? Joder, que solo era una bici. ¿Un poco mas y acordonan la calle no?
- Sacaron unas tenazas de las gordas. Después de cortar la cadena en un arrebato de humor el de las tenazas me preguntó si quería que me cortase algo mas...
- Buenos mal que no lo hicieron, q sino tenían para rato.
Movilizando dispositivos por tierra, mar y aire para poder romper el candado de su bici. Estas cosas solo le ocurren a Lasa.